Tormentas, crecidas, huracanes, ciclones, inundaciones y terremotos son solo algunos de los riesgos que se han materializado en la historia reciente de la República Dominicana dejando a su paso cuantiosos daños materiales y numerosas pérdidas humanas.
Según el informe World Risk Report del año 2015 publicado entre otros por la universidad de las Naciones Unidas, la República Dominicana se encuentra entre los 25 países con mayor probabilidad de riesgo de entre los 171 países analizados. Esto es debido a varios factores, siendo el más importante su ubicación geográfica, pues se encuentra en el centro de las Antillas, bajo el trópico de Cáncer, que es una las zonas más propensas de huracanes, tormentas y otros fenómenos que tienen su origen en el océano atlántico y el mar Caribe, además debido a su morfología y a las fallas existentes existen muchas zonas con un alto riesgo de seísmo, así como grandes diferencias de altitud que favorecen inundaciones y otros riesgos derivados.
Además existen otros informes, que alertan con más "dureza" la vulnerabilidad de República Dominicana , Según el Germanwatch Global Climate Risk Index 2015, la República Dominicana se posiciona como el 8º país más afectado por eventos climáticos (entre183 países).
Todos los datos de incidencia, estudios, análisis evidencian que el número de eventos que impactam la República Dominicana se ha incrementado en los últimos 50 años.
En la República Dominicana existen varios organismos de protección civil y gestión de riesgos, por un lado está la comisión nacional de emergencias (CNE) el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), la Defensa Civil, los cuerpos de bomberos que auxilian a la población, en caso de catástrofes como inundaciones, terremotos, etc. y las organizaciones sin ánimo de lucro (ong), nacionales y extranjeras, que brindan ayuda humanitaria tras un desastre, etc.
Además de estas instituciones vemos, la acción exponencial de crecimiento en intervención de la UNIDAD HUMANIATARIA DE RESCATE del Ejército, unidad homóloga a las unidades militares de emergencia internacionales, que, en sólo los últimos tres años, su posición en el sistema de gestión de riesgos es sobresaliente en su actuación y profesionalidad. Esta Unidad, formada por militares profesionales, autenticos profesionales, puedo atestiguar, será referente prioritario de actuación, y de hecho ya lo es en incendios forestales, guías caninos de búsqueda y rescate, inundaciones, etc. Una unidad, sobresaliente.
No obstante los servicios de emergencia ante una gran catástrofe brindan su ayuda y su apoyo incondicional, y aun estando preparados para atender las respuestas todo lo rápido que pueden, muchas veces es tanta, la necesidad tras un terremoto , un huracán..etc que pueden verse desbordados por la emergencia, y la experiencia desgraciadamente avala esta afirmación y es irrefutable, por lo que estas situaciones se pueden paliar en gran medida diseñando e implementando un sistema de emergencia que incluya e implique directamente a la totalidad de la población civil, pues la población civil debe y puede ayudar, y es más "quiere ayudar" ….y mucho en estas situaciones.
Existen varias fórmulas que de implementarse contribuirían a la creación de una red de emergencias preparada y de pronta respuesta y lo que es más importante fomentaría un descenso en el número de víctimas ante la catástrofe.
Al igual que las empresas tienen sus equipos propios de emergencia, formados por trabajadores, divididos en grupos de intervención, unos contra incendios, otros sanitarios, etc., y todos ellos coordinados por un jefe de emergencia designado por la empresa, esta fórmula podría extrapolarse a las juntas vecinales, a las comunidades, en las que voluntarios de las comunidades de vecinos podrían estar formados en emergencias, ejercer la prevención, identificar y gestionar los riesgos y proveer ayuda a sus vecinos, primeros auxilios, recate, extinción de incendios, antes de la llegada de los equipos profesionales, esto con toda probabilidad salvaría muchas vidas en caso de catástrofe. Esta fórmula tiene un bajo coste, básicamente formación adecuada y medios, comparado con las ventajas que ofrece.
Hemos de recordar que los primeros intervinientes siempre son los que están allí cuando ocurre una catástrofe, son el estudiante del primer piso y el ama de casa del tercero, el dependiente de la tienda de la esquina y el señor que tiene alquilado el ático. Son personas que sin ningún tipo de medios ni formación intentarán ayudar, y lo harán "si o si" tengan o no tengan formación, sepan o no sepan cómo actuar, con el peligro que esto implica, para rescatar a sus vecinos, a sus amigos, a sus familiares, en incluso a los desconocidos, en los primeros momentos tras la catástrofe, sin la coordinación y los conocimientos necesarios para ser más efectivos.
Este potencial humano, ese gran corazón que tiene el pueblo dominicano de ayudar "al hermano o hermana caído", se debe aprovechar por parte de los organismos gubernamentales para mantener más seguros a sus ciudadanos, con formación y una adecuada organización y coordinación se pueden salvar muchas vidas, ¿ Acaso no lo vale la vida de un solo ciudadano? O más explícito ¿ustedes se creen que los ciudadanos y ciudadanas se estarán "quietos" ante una catástrofe?
Lanzo como se decía en el medievo "un guante" a las autoridades y una recomendación respetuosa, ¿cuándo crearán las sinergias reglamentarias y formativas necesarias y obligatoria para integrar a la población, en el sistema de gestión de riesgos o emergencias?
No les hablo de programas concretos que se están realizando en una determinada comunidad, les hablo de UN PROGRAMA NACIONAL. Vean el magnífico trabajo y desde el voluntariado que hacen ya los Auxiliares Navales, población civil que pone sus recursos, su tiempo al servicio de la nación dominicana…. eso es fraternidad, responsabilidad y amor por su país, enhorabuena señores!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario