Somos de Seguridad

 

Cerca de una veintena de vigilantes han fallecido a causa del Covid 19 desde que éste se encuentra entre nosotros, la escasez de medios durante el estado de alarma ha tenido un papel importante en este hecho.

En plena vorágine y cuando la situación era crítica, resultaba imposible encontrar para cualquier empresa, medios de protección adecuados para sus trabajadores y las empresas de seguridad no han sido ajenas a este hecho. El 25 de Febrero, cuando en España ni siquiera podíamos imaginar las consecuencias fatales de este virus, en la feria SICUR de Madrid, los principales proveedores europeos de EPIS ( Italia ) no tenían mascarillas para proveer a sus clientes y la poca producción con la que contaban en sus almacenes, era por orden gubernamental para consumo del país, lo mismo ocurría con el resto de proveedores que allí se encontraban, el 95% recibía las mascarillas de China , en este caso el gobierno chino había prohibido sacar las mascarillas del país, hasta tal extremo, que requisaban los contenedores que iban a salir de sus puertos y ya estaban pagados, primando en autoconsumo nacional. Aquí en nuestro país, el stock completamente insuficiente para cubrir las necesidades que vendrían después, provenía de la sanidad pública, y también de la sanidad privada y empresas, que según varios testimonios, eran confiscadas de sus mascarillas para poder abastecer a la sanidad pública.

A pesar de todo esto,  el personal de seguridad ha estado y continúa estando en primera línea del frente; cuando en fabricas, empresas varias y organismos oficiales la gran mayoría de los trabajadores se encontraban confinados, la seguridad privada seguía ejerciendo su función, función que en algunos de estos servicios y otros, no fue considerada como prioritaria por parte de los clientes de las empresas de seguridad, que en muchos casos redujeron o cesaron su actividad a causa de la insostenibilidad de su situación, a consecuencia de esto, muchos empresarios de seguridad tuvieron que tomar la única salida, propuesta por el gobierno, para salvar su negocio, los ERTE. También cabe destacar, que el personal de seguridad está catalogado por el ministerio de sanidad como de bajo riesgo y a la vez esencial aunque pueda parecer una incongruencia, pues un trabajador esencial ,¿cómo puede ser de bajo riesgo?.

En este momento, la situación que parecía estaba revirtiendo, tras el fin del estado de alarma y el inicio de la nueva normalidad, en la que se había vuelto a recuperar un porcentaje medio de servicios, así como la reincorporación de los ERTES de también un porcentaje medio de personal de seguridad, en la que la producción de las fábricas y negocios volvía a tomar impulso, estamos sumidos en un nuevo escenario en el que los rebrotes diarios abren las portadas de los medios de comunicación, con nuevamente miles de infectados y afortunadamente menos fallecidos, pero con la incertidumbre de la experiencia vivida; no cabe duda  que de continuar así esta situación, pasará  factura a los mercados a corto plazo.

Con este escenario las empresas de seguridad privada y su personal,  aunque se han incrementado oficiosamente por parte del ministerio del interior algunas de las funciones del personal de seguridad, tales como la medición de temperaturas , a fecha de hoy, estas medidas no consiguen paliar el daño producido por esta pandemia y de complicarse la situación, si volviéramos un paso atrás, laboralmente algunas empresas y personal se quedarán por el camino.

La otra cara de la moneda es que afortunadamente en éste momento hay más de 25 proyectos de vacuna para el Covid 19 y ya queda poco para que muchos de ellos vean la luz, y aunque posiblemente la vida tal y como era antes tarde mucho en llegar, las vacunas nos darán un respiro y la confianza suficiente para seguir emprendiendo y trabajando, haciendo crecer nuestra economía, y tal y como hemos hecho históricamente en otras ocasiones, venciendo al enemigo y restableciendo  la situación.  Estamos en primera línea y podremos con ello.  Somos de Seguridad.